Radio En VIVO

domingo, 16 de marzo de 2014

Dios también ama a los «inactivos»

Dios mío… Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas. Salmo 25:2, 16-17
Así dijo el Señor… En quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Isaías 30:15

Abrumado por el trabajo, Don, un cristiano celoso por Dios, se enfermó; cayó en una depresión que duró cuatro años. Su mujer le llevó al hospital un libro titulado «Permanecer en Cristo». En la cubierta del libro se veía a un hombre orando. Don observó la imagen un rato y luego, descontento, puso el libro de lado.
«Tengo que reconocer, explicó más tarde, que la palabra permanecer nunca había ocupado un buen lugar en mi vocabulario cristiano. Para mí era sinónimo de detenerse, de descansar, de callarse… y esto no iba bien con mi dinamismo. Pero fui detenido en mi carrera agitada, y lo único que todavía podía hacer era precisamente permanecer en Cristo.
Se necesitaron semanas para que mi mente tan activa fuese a la par con mi agotado cuerpo. Cuando llegué a ese estado, quedé gratamente sorprendido. Dios me seguía hablando, todavía estaba ahí, su Espíritu no se había ido y su poder no había disminuido. Yo me tuve que detener, pero Dios no. Entonces descubrí, para mi mayor sorpresa, que Dios también ama a los que están inactivos. ¡Qué revelación para mí! ¡Qué gozo sentí al permanecer simplemente en Él! Comprendí que Dios no sólo me amaba en medio de mi «inactividad», sino que quería decirme al oído palabras de ánimo que no podemos oír ni comprender cuando estamos en plena actividad en los campos de batalla de la vida cotidiana.
Mi Dios no me ha abandonado; simplemente me ha reorientado. Se tomó el tiempo para sentarse a mi lado y enseñarme… en profundidad»...


Fuente Radio Familiar 90.3 Mhz
radiofamiliar90.3@hotmail.com
Seguinos en Twitter  @fmradiofamiliar

Imprimir artículo

No hay comentarios: